cuentos de mi abuela
el amor de la abuela
Pensar en mi abuela me hace sonreír y sentirme bien. ¿Tienen todas las abuelas este efecto?

la frase “no tener abuela” tiene su origen en el cariño infinito que muchas abuelas tienen por sus nietos y nietas
Aunque yo era una de sus siete nietas y siete nietos (somos 14 en total), tenía la capacidad de hacerme sentir especial y única. Tenía mucha paciencia y cariño para mí y seguramente para los demás también, porque así era. Con ella una se sentía la favorita pero con retrospectiva creo que nos trataba igual.

mis abuelos me cuidaban cuando mis padres se iban de viaje
Cuando era pequeña ella y mi abuelo me cuidaban cuando mis padres se iban de viaje. Además durante vacaciones siempre acogían a las nietas y los nietos que querían visitarlos en su casa de verano en la zona de los Lagos Finger de Nueva York.
lecciones del flores

pata de pájaro
Durante estas visitas estivales hicimos paseos por los bosques y campos al litoral del lago y mi abuela me enseñaba los nombres de las flores silvestres. Todavía sé los nombres de las flores pero ahora creo que ella inventaba muchos nombres en el momento para entretenerme. O puede ser que sí, así las llamaban de manera popular y ella me lo dijo como las sabía pero algunas no las he encontrado en un guía de flores por los nombres dichos por mi abuela.

flor de maíz
Hubo “pata de pájaro”, “flor de maíz”, “campanas de duendes” y “lengua de gato” para mencionar algunas y que me parecen nombres perfectos pero no científicos ni correctos. Cabe mencionar que gracias a estas excursiones también reconozco margaritas, botónes de oro, lirios de tigre (lilium superbum), amapolas y tréboles.

campana de duende
Hoy suelo pasear por el parque con mi perra, Lula, y no siempre, pero muchas veces tengo mi abuela en mente porque sus palabras están en mi corazón. Después de una caminata por el campo, mi abuela a veces me aconsejaba que recordara que importanteque es divertirse y distraerse en la vida, y hay que hacerlo cada día, aunque solo sea para caminar por la orilla del camino y mirar las flores, ¡que también es gran cosa!

lengua de gato
Desde hace unos años he descubierto un interés por los arboles y ahora me arrepiento no haberle preguntado por ellos también. Tal vez sus nombres no correspondiesen a lo científico o lo correcto pero al menos los reconocería más que ahora y me traerían otro recuerdo alegre de mi abuela.
historias para dormir
Mis abuelos tuvieron cuatro hijos – dos chicas y dos chicos – y me imagino que ahora llevaban bien pero en retrospectiva recuerdo una relación un poco quisquillosa – mi abuelo mandaba y en seguida mi abuela respondía – y no dormían juntos. Mi abuela ocupaba la habitación matrimonial donde adjunto había un pequeño cuarto, suficientemente grande para una cama individual, una silla y una armario. Se podía imaginar que en el pasado era el cuarto del bebe y cuando los visitaba dormía allí yo, o si no allí, con la abuela.

mi abuela me contaba cuentos para dormir
Y no importa tanto donde dormía, muchas veces nos tumbábamos juntas en su cama para leer o para que ella me contara historias para dormir.
Una historia que me contó una vez y que nunca he olvidado fue como ella me salvó la vida cuando yo tenía unas semanas de edad.
una excursión
Mis padres estaban de viaje, y según me lo contó, los abuelos, una tía y yo fuimos de excursión a un lago cercano donde hubo una carrera de lanchas rápidas y un espectáculo de esquí acuático. Era un día soleado de verano, un brisa fresca corría por el lago, un día perfecto para una comida al aire libre. Todos estábamos contentos y tranquilos, cuando de repente un capitán perdió control de una lancha y voló por el aire hacia donde estábamos sentados comiendo.

fuimos de excursión …
Y en este momento de la historia, mi abuela me cogió, me abrazó y agitó el colchón para imitar como corrió para salvarnos del accidente de la lacha que fue inminente. Luego suspiró profundamente y dijo que fue por eso que todos estamos aquí hoy.
Guau, pensé yo, qué suerte tengo de estar viva y tener una abuela tan lista y capaz. He llevado esta historia en mi corazón durante años, hasta que hace unos pocos pregunté a mi tía si recordaba ella aquel acontecimiento espantoso. Me contestó que podría ser posible que lo ocurriera así pero ella no tenía ninguna memoria de tal accidente, ni tal excursión.
Y así otro regalo de mi abuela: qué que bien es sentir la fortuna de estar viva y vivir cada día al máximo.
de tal palo tal astilla
Y como va el dicho, de tal palo tal astilla, para más sobre flores y mi familia, lee este post – flores y colores.
ENAMORADA DE LA HISTORIA CON TU ABUELA!
Gracias y ¡que vivan las abuelas!