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tiempo para ti – resumen de un curso comunitario

Durante febrero y marzo di un nuevo curso “Tiempo para Ti” para las socios de la organización “Valencia Acoge”. Había tres hilos en el temario – atención plena, conexión con la naturaleza y espacio grupal para cualquier cosa que siguiera durante la clase.

 

Hice el curso en colaboración con el programa atención psicosocial. Primero invitamos a mujeres con experiencia previa en talleres y cursos de este tipo y luego abrimos la convocatoria a otras mujeres. Se inscribieron 16 pero sólo se presentaron un número máximo de 12 de una sola vez. La primera semana vinieron 12 y la segunda semana faltaron cuatro mujeres pero vinieron cuatro nuevas, y así fluyó la participación. Había una compañera que participó en todas las sesiones y cinco que participaron en todas menos una. Hubo buena asistencia y siempre un número suficiente para desarrollar una buena dinámica grupal.

El Centro Municipal de Juventud de Orriols acogió el curso en su casona en la limite de la huerta norte, a dos manzanas de “Valencia Acoge”. El salón que nos prestó era como cualquiera, tamaño mediano, cómodo, mayormente vacío y limpio con algo de luz natural. Cuando arreglamos las colchonetas y cojines para las practicas y ocupamos el espacio, se convirtió en un ambiente más acogedor. El equipo de administración del centro también eran personas muy amables.

 

 

Cada semana contamos con el apoyo de un equipo de gente voluntaria de “Valencia Acoge” que se dedican a cuidar a las niñas y los niños para que las madres pudieran participar en la clase.

¡Bravo y muchas gracias! a todas la personas que hicieron posible este curso.

 

el contenido

Siempre empezamos la clase con unos juegos de movimiento y luego una ronda de bienvenida y reportaje personal. Luego repasamos el contenido de la semana anterior: preguntas, comentarios u observaciones de la aplicación del aprendizaje durante la semana en la vida cotidiana. Y después la parte principal, la práctica de la atención plena.

Hay tres anclas de la atención plena – la respiración, las sensaciones en el cuerpo y observación de emociones. La práctica de atención plena consiste en poner atención momento a momento, en el aquí y ahora con una actitud abierta sin juzgar.

la atención plena

La primera semana estudiamos la respiración. Hicimos ejercicios de atención observando la respiración y etiquetando pensamientos. También contamos respiraciones y otra práctica fue etiquetar las inspiraciones con “vi” y cuando exhalamos “vo” así que nos concentramos en la respiración, fuente de la vida: vi …. vo.

Con una pequeña luz blanca (imaginaria) la segunda semana repasamos el cuerpo buscando sensaciones corporales mientras mantuvimos la atención a la respiración.

La tercera semana indagamos el corazón y la presencia de emociones en el cuerpo – ¿cuales fueron, dónde estuvieron, y cómo se describió la sensación?

Muchas de las mujeres ya conocían la herramienta de la cuarta semana – la escucha activa. Practicarla y compartir experiencias de su aplicación siempre resulta fructífero.

la escucha activa

 

 

 

La escucha activa se refiere, como su nombre indica, a escuchar activamente y con atención plena. Por tanto, la escucha activa no es oír a la otra persona, sino estar totalmente concentrados en el mensaje que el otro individuo intenta comunicar, consciente de tu vida interior, es decir, prestar atención a la respiración, al cuerpo y al corazón (las emociones), como había practicado en las tres semanas anteriores.

La escucha activa no significa estar de acuerdo con todo lo que dice la otra persona, sino entenderla, como es su realidad, su mensaje. Se trata de abandonar la superficie del mensaje para profundizar en las emociones subyacentes. También funciona para las conversaciones con uno mismo.

 

aplicación de la atención plena cotidiana

En la ultima clase hablamos de como y cuando podemos seguir con las prácticas que aprendimos en el curso. Hicimos una práctica de sonido, escuchando el tono de una campana y los sonidos en el rededor. También hicimos un ejercicio de comer un trozo de chocolate con la atención plena. Destaqué la importancia de una práctica sentada todos los días. Pero si no es posible siempre hay momentos – esperando el bus, o mientras uno tiende la ropa o lava las manos para poner atención a la respiración, las sensaciones en el cuerpo y las emociones.

 

conexión con la naturaleza

Conexión con la naturaleza fue un hilo de la atención plena. Hicimos un ejercicio de reconocer piedras por solo el tacto; nos imaginamos nuestra vida si fuéramos arboles; exploramos plantas aromáticas; y reflexionamos sobre como la vida es un espiral, como la concha de un caracol, y como van desarrollando nuestros conocimientos y puntos de vista al paso de los años.
Era invierno todavía y nunca hicimos clase al aire libre pero otro día me gustaría hacerla.

En el espacio grupal hablamos de temas que surgieron durante la clase y a veces el espacio grupal se extendió a otras partes. El curso también pretendía crear un sentimiento de apoyo mutuo, o por lo menos la sensación de ser escuchada, así que cuando había necesidad de hablar, había que pausar y escuchar. Las participantes eran mujeres navegando una vida en otro país, mientras en muchos casos tenían familiares en el país de origen enfrentando condiciones difíciles, además de los problemas de todas – como llevar la vida familiar cuando todos están pegados a sus móviles, o preocupaciones escolares de los hijos y las hijas. Estas mujeres – migrantes y refugiadas – estaban gestionando también la incertidumbre que es la vida lejos de casa. Son muy valientes y fuertes, también les vienen bien espacios como estos para descansar del mundo y recargar de energía.

 

 

 

reflexiones

Ya he presentado un poquito sobre lo que hicimos, ¿y cómo evalúo el curso como experiencia?

A grandes rasgos: positivo. Estoy satisfecha de haberlo hecho, aprendí muchísimo, conocí a unas mujeres maravillosas, fortalecí mi práctica de meditación. Fue una nueva experiencia y a mí me gustan las nuevas experiencias.

Creo que también al nivel pedagógica logramos los objetivos de aprendizaje, o por lo menos hicimos dinámicas y ejercicios que tenían en su diseño la intención de lograrlos.
• Como desarrollar recursos internos para ser resistente y fuerte
• Como la atención plena puede ayudarnos a estar más presentes y mentalmente tranquilos en nuestra vida cotidiana con sobrecarga de información, actividad y estrés
• Como aumentar la creatividad, la gratitud y la amabilidad

También me satisface que he hecho muchos talleres y cursillos comunitarios en otras ciudades, en otros momentos de mi vida y aquí en Valencia fue la primera vez que hice uno así con la colaboración de otras organizaciones y en sesiones seriadas.

Disfruté la mezcla de las culturas de todas la mujeres con la capa de la cultura autóctona que nos une. Aunque llevo tres años viviendo en Valencia, que es mucho también, es poco. Estamos bien instalados en nuestra casa y ritmos de trabajo, tenemos actividades sociales que nos integran a unas partes de la comunidad. Pero vivo en una cuidad con mucha diversidad y si no busco experiencias para conocer a gente, fuera de mi mundo, no voy a conocer a la comunidad actualmente, tal como somos. Así que este aspecto del cursillo me dio mucha alegría.

A la vez, también esta diversidad me confundió pero también nos presentó oportunidades para aclarar confusiones y conocernos mejor. Todo es aprendizaje.

Fue una carga lingüística grande porque fue la primera vez que di este temario en castellano y fue pesado llevarlo sólo, pero lo hice.

Al hecho de que cada semana faltaban algunas mujeres, preparé grabaciones de la clase, unos 10 minutos hablando del tema y las instrucciones para la práctica de atención de la semana, especialmente para ellas pero fue un recurso útil para todas espero. Resumir lo que había enseñado antes de pensar en el diseño de la clase siguiente fue un ejercicio y un proceso fructífero también. Fue una oportunidad para juntar y explicar todos los puntos principales de la semana de manera concisa y organizada.
Antes de cada clase tenía algo de nervios, que es normal antes de un evento grupal, pero llevo años trabajando con grupos, conozco la diferencia. Tenía más nervios para este curso que otros que he hecho. Pero no todo se perdió. Utilicé el estado de mis nervios como una invitación para fortalecerme mi práctica de meditación. Todo es aprendizaje.

 

en fin
Quiero agradecer a la coordinadora del programa psicosocial y los equipos de apoyo por todo su apoyo durante el curso y claro que sí también a las mujeres que me acompañaron en este viaje de aprendizaje.

Espero que ellas aprendieran algo y que continúen con sus prácticas. Por mi parte, sí aprendí muchísimo y voy a continuar con los estudios de meditación, de la comunidad para conocer la gente que somos, donde vivimos y con quien, qué hacemos, qué soñamos, y de donde vinimos y a donde queremos ir.

Tal vez nos encontramos allí, hasta ahora.